Control de calidad

A la salida del archa de recocido, los envases son tratados en su cara externa para disminuir el coeficiente de rozamiento entre ellos y permitir un fácil deslizamiento por las líneas de inspección y embalado automático. Al final, un alineador distribuye los envases a las diferentes líneas de inspección y transporte. Una serie de máquinas electrónicas controla el 100 % de los envases y elimina aquellos que no cumplen las exigencias de calidad previstas.

Habitualmente son máquinas optoelectrónicas que se encargan de realizar controles dimensionales y funcionales del envase. Todas estas máquinas están vinculadas a un ordenador, donde se almacena y trata toda la información. Dado el elevado número de envases que se producen anualmente, estas máquinas realizan un proceso de control que sería imposible realizar hoy al 100 % por personas. Mientras, el control humano es llevado a cabo por personal altamente especializado. Este control y la eficacia de las máquinas son los que determinan si los envases producidos son aceptados o rechazados.

 
Fabricación de botellas
“Maquinarias electrónicas altamente cualificadas controlan el 100 % de los envases, eliminando aquellos que no cumplen las exigencias de calidad”